La Auténtica Felicidad

“Nuestro propósito en la vida es aprender a ser felices por nosotros mismos, amar y servir a los demás”

Gerardo Schmedling.

En este post, voy a hablar de lo que para mí ha sido una de las grandes contribuciones en las últimas décadas en el campo de las ciencias humanas, en concreto, me refiero al nacimiento y la consolidación de la Psicología Positiva, y cuales han sido algunos de sus hallazgos más interesantes.

La Psicología Positiva, nace en la década de los años noventa, de la mano de grandes psicólogos e investigadores como son, entre otros, Martin Seligman, director del departamento de psicología de la Universidad de Pensilvania, y director de la Asociación Estadounidense de Psicología (APA) durante años, y Mihaly Csikszentmihalyi, profesor de la universidad de Claremont en California, quien también ocupó el puesto de director del departamento de psicología de la Universidad de Chicago.

También hay que destacar como figuras representativas e importantes de esta rama de la psicología, por las grandes contribuciones que han hecho, a Sonja Lyubomirsky,  profesora del departamento de psicología de la Universidad de California, y a Bárbara Fredrickson, profesora de psicología en la Universidad de Carolina del Norte.

Para saber mejor qué es y cómo surge la psicología positiva, hay que entender que el nacimiento y enfoque de la psicología tradicional, ha sido el de estudiar la patología, la enfermedad y el sufrimiento de los seres humanos, de manera que gracias a ello, se ha consolidado toda una ciencia de ayuda a las personas con problemas y trastornos mentales, se ha creado toda una taxonomía como es el DSM (El manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales), y también se han creado multitud de tratamientos y medicamentos para aliviar y en muchos casos, curar algunas de estas patologías. Tal y como dice Seligman, el gran valor de la psicología durante esta etapa ha sido el de ayudar a las personas infelices a ser menos infelices.

No obstante, Seligman y su equipo se cuestionaron, si la psicología tiene un papel fundamental en la ayuda a los seres humanos, y en el estudio de la psique y el comportamiento, como es que se ha obviado y dejado de lado el estudio de las personas más felices y que más éxito y satisfacción obtienen en la vida, de manera que podamos investigar, y ver si hay algo valioso que se pueda extraer, para no sólo ayudar a las personas a ser menos infelices y sufrir menos, sino también a ser más felices, vivir una vida más plena y con sentido, y descubrir qué es lo que hace que la vida valga realmente la pena. Es entonces, cuando esta nueva rama de la psicología nace, como la ciencia del estudio del bienestar psicológico, con tres objetivos fundamentales:

  1. Encargarse del estudio y la investigación de las fortalezas humanas y de cómo construirlas y fomentarlas.
  2. Estudiar y aprender qué es lo que hace felices a las personas.
  3. Desarrollar intervenciones prácticas para su aplicación.

 “No es lo que obtenemos, sino lo que contribuimos, lo que da significado a nuestra vida”

Tony Robbins.

Uno de los hallazgos más destacables de esta ciencia, es el de que básicamente hay tres maneras o tipos de vida felices, las cuales no son excluyentes entre sí, es decir, podemos disfrutar y vivir las tres. Por otro lado,  la suma de estos tipos de vida feliz, generan más satisfacción que cada uno por separado.

Otra cuestión a destacar es que, estos tipos de vida feliz, son diferentes en cuanto al nivel de satisfacción que nos generan, de manera que a continuación, las enumerare de menor a mayor grado de profundidad.

 El primer tipo de vida feliz, es la vida orientada a los placeres y a la experimentación de emociones positivas. Es un tipo de vida que nos lleva a realizar actividades y vivir experiencias que nos permitan sentir emociones placenteras. Este tipo de vida conlleva un reto y una dificultad. Este reto, se debe a lo que se conoce como la adaptación hedonista.

La adaptación hedonista, viene a significar que nuestro cerebro tiene la capacidad para habituarse y acostumbrarse rápido a una nueva situación, como por ejemplo, cuando celebramos algún tipo de éxito que hemos conseguido y, en cuestión de horas, días o meses, esa sensación tan placentera va bajando, puesto que nos habituamos a ese nuevo logro. Esta es una de las explicaciones por la que no podemos estar siempre contentos o siempre tristes, y nos plantea que la vida es algo más que placer y emociones positivas, puesto que si no aprendemos a gestionarlo, nos convertirnos en meros esclavos del placer.

Tal y como dice Seligman, este tipo de vida, vendría a ser como la guinda del pastel, y las capas más profundas, vendrían a ser los siguientes dos tipos.

El segundo tipo de vida feliz, es lo que se conoce como la experiencia de flujo o flow, y es un tipo de sensación que experimentamos cuando ponemos en práctica nuestros talentos, fortalezas y habilidades en una actividad,  de manera que el nivel de concentración es tan alto, que nos fundimos con lo que estamos haciendo y nos sentimos uno con la experiencia, y también sentimos que el tiempo parece detenerse.

Puedes conocer más sobre la experiencia de flujo o Flow y cómo ponerla en práctica en este artículo: https://raulravelo.com/en-modo-flow/

El tercer tipo de vida feliz, es lo que se conoce como la vida significativa, y tiene que ver con estar involucrado en algo que sea más grande que nosotros mismos. Este tipo de vida tiene que ver con el servicio y la contribución, y está relacionado con la participación activa en experiencias, proyectos o actividades que tocan y mejoran la vida de los demás. Un ejercicio muy interesante que Martin Seligman lleva años realizando, es el de pedirle a sus alumnos que, durante una semana, realicen algo entretenido para ellos mismos y una acción altruista que beneficie a otros cada día. Los resultados de este ejercicio son que, cuando hacemos algo por los demás, la sensación de bienestar es mucho más profunda y duradera, de hecho, de los tres tipos de vida feliz, Seligman apunta a que esta es la que mayor satisfacción nos aporta.

Pero como ya apuntábamos más arriba, no se trata de elegir de entre una u otra cuando realmente podemos disfrutar de las tres, y cultivarlas cada día en nuestra vida, para poder vivir con más bienestar, plenitud y significado.