¿Qué sale de tu interior?

Uno de los grandes referentes en el mundo del desarrollo personal fue sin duda el Dr Wayne Dyer.

Aunque se hizo muy conocido por su libro “Tus zonas erróneas”, bestseller que vendió más de 35 millones de copias, su libro “Tus zonas mágicas” o su película “The shift” son dos auténticas joyas imprescindibles.

Una reflexión que solía compartir Wayne en algunas de sus conferencias, es un maravilloso texto que lleva como título ¿Qué sale de tu interior? Aunque a mi me gusta más llamarlo la reflexión de las naranjas, y hoy me apetece compartir contigo en este post.

«Les comparto una de mis experiencias favoritas, cuando un joven me ayudó a ilustrar una verdad eterna que todos necesitamos que se nos recuerde.


Me preparaba para hablar en una conferencia y decidí llevar una naranja al escenario como apoyo para mi conferencia, y entablé una conversación con un joven que estaba sentado en la primera fila.


—Si tuvieras que exprimir esta naranja tan fuerte como pudieras, ¿qué saldría de ella? —le pregunté, y me dijo:
—Zumo, por supuesto.
—¿Crees que podría salir de ella zumo de manzana?
—No —se rio.
—¿Y zumo de pomelo?
—¡No!
—¿Qué zumo saldría de ella?
—Zumo de naranja, por supuesto.
—¿Por qué? ¿Por qué cuando exprimes una naranja sale zumo de naranja?
—Bueno, es una naranja y eso es lo que hay dentro, respondió.
—Asentí con la cabeza.


Vamos a suponer que esta naranja no es una naranja, sino que eres tú. Y alguien te aprieta, ejerce presión sobre ti, dice algo que no te gusta, te ofende. Y sale de ti ira, odio, rencor, miedo. ¿Por qué sale todo eso? La respuesta, como nuestro joven amigo dijo, es porque eso es lo que hay dentro.


Esta es una de las grandes lecciones de la vida. ¿Qué sale cuando la vida te aprieta, cuando alguien te hace daño o te ofende? Si la ira, el dolor y el miedo salen de ti, es porque eso es lo que hay dentro, y lo que hay dentro de ti es tu creación y tu elección. Cuando alguien ejerce presión sobre ti y vuelcas en otros todo menos amor, es porque eso es lo que has permitido que permanezca en tu interior». Wayne Dyer.

Un abrazo nutritivo, Raúl