Sigue la música de tu corazón

                           “No dejen que el ruido de las opiniones de los demás, ahogue vuestra propia voz interior”
                                                                                                                 Steve Jobs.

Hoy me gustaría compartir unas reflexiones sobre una película que he visto recientemente y que me ha parecido muy inspiradora.

Me refiero a la película de Disney Vaiana, que narra la historia de una joven nacida en una isla del pacifico, y que está llamada a convertirse en la líder de su pueblo cuando esta crezca.

De los muchos mensajes que esta película nos regala, en este pequeño post me gustaría hablar de los tres que más me han llamado la atención. El primero de ellos, tiene que ver con la idea de que Vaiana, parece nacer predestinada por las creencias de su familia y su cultura para convertirse en quien se supone que tiene o debe ser, y es que su padre, líder de su comunidad, parece tener bastante claro cuál será el destino de la pequeña, hasta el punto de ignorar o reprimir cualquier intento de esta por salirse del guion preestablecido por su entorno.

El segundo de los mensajes o reflexiones que esta película nos regala, es el hecho de que, si bien Vaiana tiene un anhelo profundo por descubrir la vida y dejarse llevar por su intuición, la causa de que su padre la reprima, tiene que ver con un miedo proyectado por este debido a una experiencia pasada que, no sólo limita a su padre, sino que también hace que limite la vida de su hija y que esta no pueda dejarse llevar por lo que le pide su corazón.

Esto hace que Vaiana viva un conflicto interno al verse inmersa entre lo que se supone que deber hacer y lo que realmente le gustaría, tal y como canta en un momento de la película “Mi canción interior canta una canción diferente” porque si bien no quiere fallar a su familia, se siente vacía e infeliz llevando esa vida que no ha sido elegida por ella, pero, y este es el tercer mensaje que me encanta de esta película, pese a que Vaiana no quiere fallar a su familia, toma la valiente decisión de dejarse llevar por su corazón y seguir su intuición para no fallarse a ella misma.

Link al tema principal de la película: https://www.youtube.com/watch?v=cPAbx5kgCJo

                                                          “Educar no es rellenar un vacío, sino encender una llama”
                                                                                                         William Butler.

Creo que, a modo de metáfora, esta película nos muestra la manera de “educar” con la que hemos condicionado a muchos de nuestros jóvenes, y creo que, lamentablemente, la historia de Vaiana se repite a diario en muchos hogares y vidas de personas que se ven inmersos en tienes y debes que y, donde existe mucha presión por parte de las expectativas y los miedos de los adultos que les rodean. En este sentido, creo que estamos invitados a hacer una reflexión porque siento que en pleno siglo XXI, vivimos una crisis de brillo en los ojos y, siento que hay muchas personas que viven bajo sus tienes y sus debes, y han olvidado que dentro de cada uno de nosotros, se encuentra un propósito que, como dice el escritor y conferenciante Borja Vilaseca, consiste en poner nuestra voz interior en acción, es decir, encontrar nuestra verdadera vocación o misión personal.

En este sentido, me gustaría compartir un fragmento del maravilloso libro de Deepak Chopra “Las siete leyes espirituales del éxito” y que de alguna manera, refleja lo que para mí debería ser el verdadero sentido de la educación.

                                                                              Ley del Dharma o propósito en la vida

Todo el mundo tiene un propósito en la vida, un Don único o talento especial para ofrecer a los demás, y cuando combinamos ese talento único con el servicio a los demás, experimentamos el éxtasis y el júbilo de nuestro propio espíritu, que es la meta última de todas las metas.

…De acuerdo con esta ley, cada uno de nosotros tiene un talento único y una manera única de expresarlo. Hay una cosa que cada individuo puede hacer mejor que cualquier otro en todo el mundo – y por cada talento único y por cada expresión única de dicho talento, también existen unas necesidades únicas. Cuando estas necesidades se unen con la expresión creativa de nuestro talento, se produce la chispa que crea la abundancia. El expresar nuestros talentos para satisfacer necesidades, crea riqueza y abundancia sin límites…

…Si pudiéramos enseñarles a los niños desde el principio esta manera de pensar, veríamos el efecto que esto tendría en su vida. En realidad, yo lo hice con mis hijos. Les dije una y otra vez que había una razón para que ellos estuvieran aquí, y que ellos debían descubrir esa razón por sí mismos. Eso fue algo que oyeron desde los cuatro años. También les enseñé a meditar cuando tenían aproximadamente esa edad, y les dije: “No quiero que se preocupen, nunca, por ganarse la vida. Si cuando sean mayores no pueden ganarse la vida, yo les daré lo necesario, de manera que no se preocupen por eso. No quiero que se concentren en ser los mejores de la escuela, en obtener las mejores notas o en ir a la mejor universidad. En lo que realmente quiero que se concentren es en preguntarse a sí mismos cómo pueden servir a la humanidad y cuáles son sus talentos únicos. Porque cada uno de ustedes tiene un talento único que nadie más tiene, y una manera especial de expresarlo, que tampoco tiene nadie más”. Mis hijos acabaron estudiando en las mejores escuelas, obteniendo las mejores notas e incluso en la universidad son los únicos que son económicamente autosuficientes, porque ellos tienen su atención puesta en el propósito por el cual están aquí.